En un bosque
hemos de encontrarnos
tu y yo,
en el silencio de la naturaleza
y la frescura de la arena mojada...
No es costumbre hablar de fantasias,
y menos si en esa esta la acidez
de la hermosa maracuya...
No suelo estirar mis brazos
para buscar un abrazo
pero el día de ayer
lo he hecho
con gran placer...
He dejado que mi corazón
sea un espejo que mirar
el cual descubierto
ya esta...
Has logrado desangrarme
con tu palabras
y envenenarme con tus dulces labios,
y hoy agradecida estoy...
En silencio y en leve oscuridad
hemos de sentir de nuevo nuestro
corazón....
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